Sobre la eficacia del material de protección hecho en casa
Las Enfermeras de Lleida nos sentimos abrumadas por las muestras de afecto con que la población nos agasaja en estos días verdaderamente dramáticos en el ámbito profesional y –¿por qué no decirlo?– también muy difíciles en la vida personal.
Fruto de este afecto y de la responsabilidad bien entendida, habéis respondido mayoritariamente a nuestra llamada de #quedateencasa y estáis colaborando con la campaña de Recogida de Material Sanitario para Centros Asistenciales, dirigida principalmente a empresas y profesionales que pueden garantizar la esterilidad y trazabilidad –en la fabricación, almacenamiento y distribución– de los productos que suministramos a las plataformas sanitarias.
Ahora nos encontramos con que, con la mejor de las voluntades y por iniciativa popular, se están fabricando mascarillas, para uso individual o para donar a centros de salud, en domicilios particulares. Una iniciativa que nos llena el corazón pero que nos plantea serias dudas sobre la seguridad de este elemento de protección que tiene unos protocolos de fabricación y de uso estrictos en el ámbito sanitario.
Al Col·legi Oficial d’Infermeres i Infermers de Lleida (COILL) nos preocupa el uso de este material sanitario de fabricación «casera» que, según ha informado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), no puede garantizar al 100% que, debido al pequeño tamaño de las partículas virales, el coronavirus quede atrapado en la superficie de la ropa. Una falsa sensación de seguridad y efecto placebo que ya denuncian voces autorizadas como Jérôme Salomon, director general del departamento de Santé Publique de Francia.
También queremos recordar al personal sanitario que el Departament de Salut de la Generalitat de Catalunya y el Ministerio de Salud recomiendan al personal sanitario, en sus protocolos contra el coronavirus, el uso de las mascarillas de fabricación industrial de clase FFP2 y FFP3; de las que la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que «son consideradas de alta protección, homologadas para retener partículas de hasta 0,6 micras y con una eficacia de filtración mínima del 92%».
Así pues, no se confíe y que esta falsa sensación de protección no le haga relajar las principales medidas de contención:
– la primera, quedarse en casa;
y en situaciones de desplazamiento por fuerza mayor y siempre que sea posible:
– aumentar la distancia de seguridad entre personas hasta los 2 metros,
– utilizar guantes y/o lavarse con frecuencia las manos con agua y jabón,
– no tocarse la cara, boca, nariz u ojos,
– no tocar pasamanos, pulsadores… de áreas comunitarias,
– o no compartir objetos (vasos, material de oficina…).
Recuerde: ¿Tapar el sol con el dedo? #quedateencasa!
¡Muchas gracias!
Mercè Porté Llotge
Vicepresidenta del COILL
Enfermera especialista en Atención Primaria
